17 de enero de 2011

Mario Canonge.

Inspirado por dos grandes nombres antillanos del piano, Marius Cultier y Alain Jean-Marie, el Francés Mario Canonge es un pianista reconocido por su increíble virtuosismo, y también por la apasionante síntesis que hace entre el jazz y la música antillana.
Después de su primer álbum estrenado en 1992, Retour au sources en el cual Mario Canonge vuelve a la música antillana de sus orígenes, siguen muchos otros discos. En 1994, realiza al lado de su amigo el cantante Ralph Thamar un álbum-homenaje a Marius Cultier, gran estrella de la música antillana. Su último álbum, Rhizome , grabado en Nueva York en 2004, mezcla una vez más las influencias de Mario Canonge y de sus invitados prestigiosos como el estadounidense Roy Hargrove a la trompeta, el guadalupeano Jacques Swarwtz-Bart en el saxo o el camerunés Richard Bona en el bajo.
Durante una carrera de más de 20 años, Mario Canonge participó en unas cincuenta grabaciones y en un número incalculable de conciertos en las más famosas salas, como el New Morning en París, los festivales La Fayette en Lousiana, Angoulême en Francia o Moers en Alemania. Ávido de experiencias y de intercambios musicales, pone su talento al servicio de los estilos y del encuentro de las diversas culturas, del Cabo Verde hasta Haití, de Cuba hasta sus Antillas natales.
Barranquijazz es el festival más importante de Colombia y del Caribe, y cuenta con una trayectoria de más de 13 años presentando músicos de jazz y latín jazz de talla internacional, reconocidos ampliamente a nivel mundial y también artistas locales.
La presentación de Mario Canonge en Barranquilla es posible gracias al esfuerzo conjunto de La Fundación Nueva Música Festival Barranquijazz, La Alianza Colombo Francesa de Barranquilla, La Embajada de Francia, y la Alcaldía de Barranquilla.
Para saber más de este talentoso artista, puede visitar la página: http://www.mariocanonge.com/
En su carrera que está próxima a cumplir 20 años Mario Canonge le ha entregado a su público 5 álbumes. Él siempre estuvo buscando diferentes experiencias e intercambios musicales y ha utilizado su talento para trabajar con los más diversos estilos y culturas, desde Cabo Verde hasta Haití y desde Cuba hasta su natal Martinica. Mario Canonge es de hecho un elemento central y esencial de la música del Caribe, pero sobre todo un embajador en el mundo de la herencia musical de la isla caribeña francesa Martinica. “Hay una relación entre mi lugar de nacimiento y todos los demás lugares del mundo y yo quiero tratar de reflejar esa relación en la música”, asegura el artista.
Canonge estuvo rodeado por la música desde muy pequeño y creció en una familia de talentosos pianistas que impulsaron su pasión por la música. A pesar de eso sólo se acercó al piano durante su adolescencia y siendo muy joven entró a hacer parte de 'La chorale du François', un pequeño coro de una comunidad del sur de Martinica. Sus grandes inspiraciones en su época de estudiante universitario en Francia eran Marius Cultier y Alain Jean-Marie, dos pianistas legendarios de las Antillas.
Luego de tocar con una gran variedad de grupos en 1992 grabó su primer álbum en estudio titulado Retour aux sources (Regresando a mis raíces). Su album se grabó en solo tres días y logró vender 15.000 copias. Después de más de 15 años Mario Canonge nos trae su más reciente álbum titulado Rhizome. Con él ha alcanzado un importante punto en su carrera musical, pues allí ha logrado plasmar una visión del mundo esencialmente basada en la diversidad.
Para Mario Canonge, quien ha tocado en compañía de músicos como Roy Hargrove, Richard Bona, Jean Pierre Koquerel y Gino Silson, lo que más le gusta de este género musical es la improvisación y la interactividad entre los músicos.
INTEGRANTES:
Piano: Mario Canonge
Batería : Chanderdath Sardjoe
Bajo: Jacques Louis Linley Marthe
Anexo
MARIO CANONGE
(FEAT. ROY HARGROVE - RICHARD BONA)
''RHIZOME''
(MARTINICA, 2004) @
En esta ocasión, se presentó el cuarteto del dinámico pianista Mario Canonge, oriundo de la isla francesa de Martinica, acompañado por el saxo tenor Jacques Schwarz-Bart, de la isla francesa de Guadalupe, el bajista eléctrico Michel Alibo, de Martinica y Horacio “El Negro” Hernández, el gran baterista cubano radicado en los Estados Unidos desde hace algunos años.
A nivel grupal, el cuarteto sonó muy acoplado y desplegó mucho fuego y gran intensidad. En general, interpretaron (en dos sets) varias piezas originales de Canonge contenidas en su último CD, titulado “Rhizome” (O Plus Music; 2004).
Entre ellas, recordamos del primer set a “Mamman-Dlo”, “Madikera”, “Plein Sud” y “Mamicon Volant” (esta última en un solo de piano), para continuar luego del intervalo con “Open the Door”, “Ela Haiti” y “Rhrizome”, todas dentro de un estilo fusión del jazz con expresiones musicales caribeñas como el “Beguine”, “Bèlè” y el “Gwo Ka”…

Con respecto a las improvisaciones de los solistas, notamos que el pianista M. Canonge tiene un estilo excitante, aunque su fraseo fue algo repetitivo y con poco sabor a jazz. El saxo tenor J. Schwarz-Bart, a quien habíamos visto hace años en Puerto Rico con el grupo del percusionista Giovanni Hidalgo, demostró poseer un buen sonido en todo el registro del instrumento, un fraseo bonito y apasionado y bastante “swing” en sus ejecutorias. El bajista Michel Alibo, quien usó un bajo eléctrico de cuatro cuerdas, tocó de manera aceptable, sobre todo al acompañar.
Párrafo aparte merece la colosal actuación del “Negro” Hernández en batería (tocó con una prestada), quien se destacó con su estilo muy “sensitivo” (con gran sentido de la dinámica y del colorido), acompañando con un “timing” perfecto, un “swing” arrollador y un manejo admirable de sus tres platillos (¡estos sí era de él!). Además, comprobamos una vez más su total independencia de los cuatro miembros (pese a que esta vez no trajo su clave de pie) y disfrutamos de sus solos de gran factura. No en balde, el “Negro” está considerado, a nivel mundial, uno de los más grandes bateristas del jazz latino hoy día.
Acá debemos consignar que, en las dos últimas piezas del segundo set, aparecieron dos invitados que realzaron el ambiente musical de la noche. Ellos fueron dos puertorriqueños que se desempeñaron muy bien: el trompetista Carlos Soto y el cajonero Alejandro Torres.
Luego de tocar en Canadá, varias ciudades de los E.U. de A., México, Haití y Puerto Rico, partirían al día siguiente para presentarse en Guadalupe y concluir esta gira de mes y medio día más tarde en Venezuela.
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En su carrera que está próxima a cumplir 20 años Mario Canonge le ha entregado a su público 5 álbumes. Él siempre estuvo buscando diferentes experiencias e intercambios musicales y ha utilizado su talento para trabajar con los más diversos estilos y culturas, desde Cabo Verde hasta Haití y desde Cuba hasta su natal Martinica. Mario Canonge es de hecho un elemento central y esencial de la música del Caribe, pero sobre todo un embajador en el mundo de la herencia musical de la isla caribeña francesa Martinica. “Hay una relación entre mi lugar de nacimiento y todos los demás lugares del mundo y yo quiero tratar de reflejar esa relación en la música”, asegura el artista.
Canonge estuvo rodeado por la música desde muy pequeño y creció en una familia de talentosos pianistas que impulsaron su pasión por la música. A pesar de eso sólo se acercó al piano durante su adolescencia y siendo muy joven entró a hacer parte de 'La chorale du François', un pequeño coro de una comunidad del sur de Martinica. Sus grandes inspiraciones en su época de estudiante universitario en Francia eran Marius Cultier y Alain Jean-Marie, dos pianistas legendarios de las Antillas.
Luego de tocar con una gran variedad de grupos en 1992 grabó su primer álbum en estudio titulado Retour aux sources (Regresando a mis raíces). Su album se grabó en solo tres días y logró vender 15.000 copias. Después de más de 15 años Mario Canonge nos trae su más reciente álbum titulado Rhizome. Con él ha alcanzado un importante punto en su carrera musical, pues allí ha logrado plasmar una visión del mundo esencialmente basada en la diversidad.
Para Mario Canonge, quien ha tocado en compañía de músicos como Roy Hargrove, Richard Bona, Jean Pierre Koquerel y Gino Silson, lo que más le gusta de este género musical es la improvisación y la interactividad entre los músicos.