Muchos consideran que Anita Belle Colton -verdadero nombre de Anita O'Day - es la cantante blanca de jazz con mayor personalidad. De timbre y orientación cool, lo cierto es que Anita O'Day es excelente tanto en trío o pequeña formación que como vocalista de bigband. De origen humilde, su afición a la música vino de escuchar los discos de Mildred Bailey y Billie Holiday. En sus comienzos fue rechazada por el clarinetista, Benny Goodman, para formar parte de su orquesta, prefiriendo para la misma a Peggy Lee.
Su oportunidad le llegó cuando fue contratada por el batería, Gene Krupa, como vocalista de su orquesta en 1941 y ya en ese mismo año, el tema: "Let Me Off Uptown" fue un éxito tremendo. Su estancia con Gene Krupa, al margen de darle celebridad y fama sirvió para coger experiencia en el canto y en el dominio del scat, un arte que practicaba con elegancia, sencillez y muchas dosis de swing. En 1943, Krupa disolvió la orquesta cuando fue detenido por posesión de marihuana. La cantante recaló en la orquesta de Stan Kenton donde esperó que su antiguo jefe abandonara la cárcel. Con Krupa en libertad, Anita O'Day volvió con él en 1945. Estuvo dos años, y al cabo de los mismos se lanzó a cantar en solitario consiguiendo grabar algunos temas para pequeñas casas discográficas.
Tras una fase crítica, en la que también consumió drogas, Norman Granz la contrato en 1952 para sus sellos, "Clef", "Norgran" y luego "Verve". Con Norman Granz, pasó la etapa más fructífera de su carrera y fue el periodo de sus grandes discos. Empieza a sacar al mercado un par de discos todos los años desde 1952, pero su gran éxito no llega hasta 1957 cuando graba junto al trío del pianista, Oscar Peterson, el álbum "Anita Sing the Most" un disco donde muestra su admirable espontaneidad y su capacidad de improvisación. En 1958 graba otro extraordinario álbum: "Sings the Winners" alternando el canto con la orquesta de Russ García y con la de Marty Patch.
Su contrato con Verve termina en 1962, diez años después y el resultado es una serie extraordinaria de discos excelentes que alcanza el cenit con el álbum grabado bajo el liderazgo de su anterior jefe de filas, el baterista, Gene Krupa, que veinte años después de terminada la era del swing, graba un disco atemporal "Drummer Man" que queda para siempre como uno de los grandes logros de la carrera de ambos. Una vez cancelada su relación con Verve, la cantante pasó un periodo de continuas actuaciones y giras por todo el mundo y por infinidad de festivales liderando su trío. Posteriormente estuvo ocho años sin grabar y su vuelta en 1970 produjo un magnifico disco en directo en el Festival de jazz Berlín de aquel año.
El éxito de aquel concierto en directo, le animó para grabar otros tantos en Tokyo, San Francisco o en Londres, llegando a la década de los noventa con el que ha sido hasta ahora su último disco titulado: "Rules of the Road" grabado para el sello "Pablo" en 1993. Ya allí su voz no era más que un deprimente susurro y no quedaba nada de su grandeza anterior. Una grandeza que la situó muy cerca de las tres grandes cantantes de jazz de la historia: Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan y Billie Holiday
Su oportunidad le llegó cuando fue contratada por el batería, Gene Krupa, como vocalista de su orquesta en 1941 y ya en ese mismo año, el tema: "Let Me Off Uptown" fue un éxito tremendo. Su estancia con Gene Krupa, al margen de darle celebridad y fama sirvió para coger experiencia en el canto y en el dominio del scat, un arte que practicaba con elegancia, sencillez y muchas dosis de swing. En 1943, Krupa disolvió la orquesta cuando fue detenido por posesión de marihuana. La cantante recaló en la orquesta de Stan Kenton donde esperó que su antiguo jefe abandonara la cárcel. Con Krupa en libertad, Anita O'Day volvió con él en 1945. Estuvo dos años, y al cabo de los mismos se lanzó a cantar en solitario consiguiendo grabar algunos temas para pequeñas casas discográficas.
Tras una fase crítica, en la que también consumió drogas, Norman Granz la contrato en 1952 para sus sellos, "Clef", "Norgran" y luego "Verve". Con Norman Granz, pasó la etapa más fructífera de su carrera y fue el periodo de sus grandes discos. Empieza a sacar al mercado un par de discos todos los años desde 1952, pero su gran éxito no llega hasta 1957 cuando graba junto al trío del pianista, Oscar Peterson, el álbum "Anita Sing the Most" un disco donde muestra su admirable espontaneidad y su capacidad de improvisación. En 1958 graba otro extraordinario álbum: "Sings the Winners" alternando el canto con la orquesta de Russ García y con la de Marty Patch.
Su contrato con Verve termina en 1962, diez años después y el resultado es una serie extraordinaria de discos excelentes que alcanza el cenit con el álbum grabado bajo el liderazgo de su anterior jefe de filas, el baterista, Gene Krupa, que veinte años después de terminada la era del swing, graba un disco atemporal "Drummer Man" que queda para siempre como uno de los grandes logros de la carrera de ambos. Una vez cancelada su relación con Verve, la cantante pasó un periodo de continuas actuaciones y giras por todo el mundo y por infinidad de festivales liderando su trío. Posteriormente estuvo ocho años sin grabar y su vuelta en 1970 produjo un magnifico disco en directo en el Festival de jazz Berlín de aquel año.
El éxito de aquel concierto en directo, le animó para grabar otros tantos en Tokyo, San Francisco o en Londres, llegando a la década de los noventa con el que ha sido hasta ahora su último disco titulado: "Rules of the Road" grabado para el sello "Pablo" en 1993. Ya allí su voz no era más que un deprimente susurro y no quedaba nada de su grandeza anterior. Una grandeza que la situó muy cerca de las tres grandes cantantes de jazz de la historia: Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan y Billie Holiday
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